Durante el regreso a clases y las festividades de diciembre, la Fundación elige al menos seis lugares de extrema pobreza para brindar almuerzos a grupos de 25 a 150 niños junto con sus familias. Este evento, sumamente popular, crea un ambiente de camaradería donde las familias pueden unirse y celebrar mientras disfrutan de deliciosos platos de la cocina criolla. A menudo, estos almuerzos se complementan con la entrega de útiles escolares y deportivos, ropa y juguetes, generando momentos de alegría y solidaridad que van más allá de la simple asistencia material.